La alimentación consciente

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En la filosofía NINTAI la alimentación cobra un papel fundamental en cualquier proceso de transformación. Somos responsables de lo que comemos, no podemos controlar la polución ni el ruido que hay en nuestras ciudades pero sí tenemos la capacidad de decidir los alimentos que ingerimos diariamente.

Desde esta sencilla premisa he desarrollado, a partir de la alimentación macrobiótica y de la cocina energética, una síntesis que ponga en valor lo mejor de cada una, utilizando como base lo que ambas preconizan: comer de manera sana y natural utilizando productos mayoritariamente de origen vegetal, ecológicos e integrales.

Considero al organismo como un ente holístico y por lo tanto todo aquello que ingieres influye en él. Cuando hablo del cuerpo no solo me refiero al cuerpo físico sino a las emociones, al espíritu y a la mente; los cuatro, forman un conjunto perfecto en el que la alimentación juega un papel fundamental. Propongo una forma consciente de alimentarte, en la que además de tu constitución, tengo en cuenta tu condición, tu género, edad, el estado de salud, el lugar en el que has nacido, tu actividad física y la climatología exterior. Todas esas variables y alguna otra, son factores que valoro a la hora de proponerte un cambio de alimentación que te aporte vitalidad, energía, los nutrientes necesarios para que los procesos metabólicos funcionen correctamente, y por supuesto, que te ayude a mantener tu estado de salud o a recuperarlo. Una cocina que se adapta a las necesidades energéticas actuales en las que el estrés, el cansancio y los malos hábitos alimenticios forman parte de nuestra cultura.

Plato macrobiotico
Arroz largo y salvaje decorado con cebollino, zanahoria estofada, pepino macerado y guiso de garbanzos con espinacas.

Las recetas que te propongo en el proceso de coaching nutricional o como complemento en cualquier otra terapia son saludables, sabrosas, divertidas, variadas, sencillas y creativas. Están pensadas para ayudarte a mantener tu armonía física, emocional y mental a través de una equilibrada combinación de alimentos. Valoro los distintos colores, los sabores, las texturas, la integración de diferentes formas de cocción, la energía de los alimentos que conforman el plato, y, por supuesto, la estación en la que nos encontramos. La energía de las estaciones influye en nuestro carácter y por ello las frutas y verduras que consumas deben ser distintas dependiendo si es verano o invierno. Los platos invernales son elaborados con cocciones más largas, más consistentes, que te aporten más calor y concentración; los platos primaverales y veraniegos, elaborados con cocciones más cortas, con más frescura, más ensaladas, más cremas frías y platos rápidos que te den una energía más viva y con más apertura.

Cuando hablo de energía, no me refiero a las calorías que te aporta un determinado alimento, sino que tiene que ver con la naturaleza y carácter de ese alimento y cómo actúa en tu organismo. Hay alimentos que por su naturaleza enfrían y otros que calientan, hay algunos que son más acidificantes, es decir que acidifican el Ph de la sangre (ahora tan de moda) y otros más alcalinizantes, que te ayudan a mantener una sangre más alcalina; unos que te ayudan a la síntesis de determinadas vitaminas y minerales y otros que te las roban, unos que están equilibrados en cuanto a la proporción de Na y K y otros que no, todas estas cuestiones las tengo en cuenta a la hora de elaborar las recetas; su combinación es importante para crear un menú equilibrado que te aporte la vitalidad y la energía que necesitas diariamente, además de ayudar a que tu organismo trabaje en sintonía.

Las últimas investigaciones hablan de que somos seres de luz y que nuestras células contienen fotones, esta teoría da la razón a lo que siempre ha mantenido la dieta macrobiótica, y es que cuantos más alimentos incluyamos en nuestra dieta que hayan crecido y se hayan alimentado directamente del sol, más fuertes, luminosas y jóvenes estarán nuestras células. En la filosofía NINTAI es importante la forma de cocinar la verdura; por eso, hago mucho hincapié en que el producto sea ecológico, que no contenga químicos que hayan destruido parte de las vitaminas y minerales que contiene; que las verduras y las frutas no hayan sido depositadas en cámaras y madurado en ellas, porque pierden su contacto con el sol en un momento importante de su proceso; y también, que no vengan de países lejanos porque la energía de estos productos está en relación con el clima y -las necesidades de ese entorno-,además, de perder parte de sus propiedades en su traslado. Estoy a favor del consumo kilómetro 0, es decir que la verdura y la fruta sean de estación y que provengan de lugares de proximidad. Así, de paso, cuidamos el medioambiente ya que consumir productos de temporada y de lugares próximos se ahorra en combustible y por lo tanto se evita la proliferación de gases nocivos que respiramos todos.

La filosofía NINTAI aplicada en mis sesiones de asesoramiento nutricional promueve un acercamiento a la cocina tradicional de nuestras abuelas, en cuyo mundo la cocina era un pilar fundamental y estaba realizada con amor y dedicación. Para la medicina oriental los brazos y las manos tienen que ver con el corazón y por lo tanto todo lo que hagas con ellas lleva una carga emocional. Soy consciente de ello, por lo que te propongo que seas tu propio cocinero/a elaborando las sencillas recetas con pasión y dedicación para que ejerzan una influencia positiva en ti. Si te alimentas de platos cocinados con amor tu organismo los asimilará de una manera más nutritiva y sanadora. ¡Te doy la bienvenida al club de la alimentación consciente!

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