¿Te has parado a pensar como será tu nuca o tu espalda? Sabes que existen, que están ahí porque las sientes pero sin embargo no has podido observarlas con detenimiento. La manera posible de verlas solo sería a través de un espejo. Eso mismo te ocurre con la parte más oscura de ti, tu Sombra.
El cuerpo en el que nos materializamos al llegar a esta existencia va acompañado del ego, esa parte de nosotros consciente. El ego es aquello que creemos que somos (nos vamos creando un personaje a medida que añadimos experiencias), pero en realidad no es más que un engaño para sobrevivir en este mundo. Tu eres mucho más que un ego, eres esencia, esa parte más inconsciente de ti, donde reside tu sabiduría y tu felicidad. A través de tu autoconocimiento vas desechando capas de cebolla ( tus caretas) e identificándote cada vez más con tu esencia y no con tu personaje.
Un ejercicio básico para empezar a desenmascarar a este personaje o personajes, es la ley del espejo. Cualquier persona podría describir cómo es tu nuca o tu espalda dándote todo lujo de detalles, sin embargo por mucho que te esforzases, tú no podrías hacerlo, solo a través de un espejo. Este espejo es el otro, a través del otro vas a poder identificar tu Sombra (ego). Por eso debes observar aquellas conductas de otros que te resuenen, que te hagan sentir. ¿No puedes soportar las salidas de tono de ese familiar cercano o la indiferencia de un amigo ante los conflictos? ¿Te irrita que lleguen tarde a tus citas o que siempre haya alguien en el grupo al que le cuesta pagar o invitar? ¿Admiras la generosidad de tu amigo cercano o la valentía del que fue capaz de dejar su trabajo para cumplir su sueño? Todo esto es información valiosa para tu desarrollo personal, y como tal debes anotarla y analizarla. ¿Cómo puedes sentir generosidad si no estuviese dentro de ti? ¿Cómo anhelas esa fortaleza siendo capaz de identificarla si no formara parte de tu Ser? ¿ y la ira, el enfado y la frustración ante la ausencia de ellas? Todo esto forma parte de ti, no puedes reconocer aquello que no procede de tu interior. Miras al otro a través de tus gafas. Esto explicaría por qué los indígenas no fueron capaces de divisar en el horizonte las carabelas de Cristobal Colón a su llegada a América. No podemos ver aquello que no reconocemos. Por esta razón, ese familiar, amigo, pareja, hijo, padre, madre llegan a cobrar tanta importancia en tu evolución, porque a través de ellos vas a poder identificar tu Luz y tu Sombra.
A partir de hoy debes poner una alfombra roja a los pies de todas esas personas que despiertan un sentimiento en ti, ya sea de luz o de oscuridad. Tu Luz es aquella de dónde emanan tus talentos, tus virtudes, tus cualidades, es tu verdadera esencia; y tu Sombra, es esa parte más oscura de ti, el personaje en el cual te sueles ocultar por posibles miedos: miedo a ser juzgado, miedo a enfrentar, miedo a quedarte solo, … la manera de enfrentar estos miedos es transitarlos, consiguiendo así elevar tu de nivel de consciencia para tu crecimiento. En el momento en el que haces visible a tu personaje este pierde su poder.
Observa todas aquellas situaciones en las que sientas un rechazo, o en las que te pongas a la defensiva y tómalas como un regalo para tu conocimiento interior. ¿Qué te mueve? Revisa y aprende de ellas. Quizás si identificas egoísmo es porque en algún aspecto de tu vida, tú también estás siendo egoísta. Y aquellas cualidades que admires de otro cultívalas y potencialas, ya que están en tu interior y antes o después darán su fruto.
Si deseas profundizar en el tema te recomiendo la lectura del libro “La Ley del Espejo: una regla mágica que da solución a cualquier problema de la vida.” de Yoshinori Noguchi.
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