Mi primer contacto con la cocina energética fue cuando en 2011 conocí a Montse Bradford (pionera en España de la alimentación energética), me pareció un tema muy apasionante y mi objetivo por entonces, fue conocer las diferencias con la cocina macrobiótica, de la que ya estaba recibiendo formación.
La cocina energética tiene sus bases en la medicina oriental, la cual habla de yin y de yang, la medicina occidental nos habla de alimentos acidificantes y alcalinizantes. La cocina energética es una forma sana, natural y consciente de alimentarse. Además de basarse en el uso de alimentos ecológicos y frescos, cocinados de forma tradicional que aportan los nutrientes que tu cuerpo necesita para hacer frente a todas las funciones metabólicas, tiene en cuenta la energía vital de los alimentos para así darle a tu cuerpo la energía que necesita para que puedas llevar una vida equilibrada.
Cuando los científicos hablan de “energía del alimento” generalmente se refieren a su aporte en calorías. Sin embargo, este es sólo un aspecto de la energía y describe únicamente lo directamente mensurable al destruirse el alimento. Cuando hablo de energía de los alimentos me refiero a algo bastante diferente. Cada alimento y cada forma de vida tiene su propia y única manera de comportarse y sus propias características, las cuales pueden calificarse como ENERGIA VITAL. Todo en la naturaleza tiene su propia energía y fuerza vital. Te sonará la frase tan famosa de “somos lo que comemos”, si tus alimentos contienen energía vital vas a afrontar tu día con gran vitalidad. Si por lo contrario no cocinas y abusas de procesados, estarás cansado y te sentirás pesado durante el día.
La sangre y los líquidos celulares deben mantenerse en un estado ligeramente alcalino para conservar la SALUD, y la alimentación es uno de los recursos que tenemos para obtener una buena calidad de sangre. Por ello, es importante ser CONSCIENTE de la condición/energía de cada alimento para conseguir, gracias a la alquimia en la cocina, un EQUILIBRIO del plato que te va a ayudar a nutrir y a equilibrar tus cuatro cuerpos, físico, mental, emocional y espiritual. Hay alimentos extremadamente acidificantes o extremadamente alcalinizantes, como el azúcar o la sal que no se logran equilibrar cocinando, por lo que es interesante conocerlos y disminuir su consumo o apartarlos de la dieta habitual.
En la cocina, he creado mi propia alquimia NINTAI COME, fruto de tres formaciones, la macrobiótica, la dietética desde el criterio naturista y la cocina energética. Está basada en cereales integrales, legumbres, verduras, frutas locales y estacionales, semillas, frutos secos, algas y condimentos naturales. Además el método de cocción, corte y la variedad de sabores, colores y texturas crean el equilibrio en el plato. Este tipo de cocina es el que elaborábamos en el restaurante Bicocina Organic, del que fuí copropietaria. Todavía conservamos las redes sociales, aquí tienes los enlaces por si te apetece ver fotos de los menús tan ricos y saludables que hacíamos, ecológicos, sin gluten y veganos. También puedes obtener información de valor sobre alimentación macrobiótica y energética.
Años después sigo compartiendo esta pasión, mis conocimientos y sobre todo mi experiencia en este mundo tan apasionante. ¡Te invito a disfrutar de ello aprendiendo nuevos hábitos en la cocina! Si deseas saber más sobre alimentación energética y quieres realizar un cambio en tu alimentación, haz click en el siguiente botón.